El sujeto le ofrecía a su cliente un servicio de producción de páginas web. Él era vendedor de sitios web, no productor, ni artista ni mucho menos, era vendedor.
Dejando eso claro describo que lo único que escuché fueron términos técnicos que el cliente nisiquiera entiende, escuché como le ofrecía al pobre cliente si lo que quería era flash o HTML 5, que cada uno ofrece recursos distintos.
Yo a mis clientes les pregunto ¿qué quieren? Y no les complico la existencia tratando de explicar cosas que no me van a entender, de hecho para eso me contratan, les ofrezco soluciones para lo que quieren y no los agobio con tecnicismos.
Este ejemplo me lleva a pensar la razón por la que Costa Rica no despega en el área tecnológica, porque podría ahorrar tiempo y recursos y agilizar el crecimiento y los proyectos si nos enfocáramos al servicio expedito, no a la verborragia y demagogia de los vendedores que en su intermedio hacen los procesos mucho más largos y engorrosos.