martes, 29 de noviembre de 2011

A los médicos de la C.C.S.S.

Ustedes no tienen poder sobre el gobierno, a quien realmente quieren presionar… sino que tienen poder casi absoluto sobre el pueblo, en la persona de cada paciente, que son miles.

Esa posición de poder, obliga la humildad de todos sus pacientes, humildad en su privacidad, humildad en sus intimidades, humildad en sus secretos, humildad en sus recelos, humildad en sus palabras, humildad en permitir la intromisión a sus cuerpos. Su poder obliga a todos a dejar de lado su dignidad. Es un "noble" poder depositado en sus manos…

Ese poder no puede residir en nadie que sea capaz de usarlo, solo en las manos de aquellos cuyos juramentos van más allá de si mismos, o sus intereses; en manos de quienes solo serán capaces de procurar jamás utilizarlo contra la dignidad de los pacientes.

Tienen un poder conferido por el pueblo… y con él lo afectan directamente, no afectan personalmente al gobierno, no afectan personalmente a las administraciones, no afectan personalmente a quienes dirigen la institución, no afectan personalmente a los que toman las decisiones que ustedes padecen, todos ellos tienen dinero para pagar a otros sus cuidados, solo están afectando a los que menos tienen, a los dependientes de la C.C.S.S., a los que no pueden defenderse, están atacando la dignidad de inocentes.

Su objetivo es presionar a otros y no a los que no sufren esa presión en su piel, en sus órganos internos, en sus lastimeras condiciones infecciosas, en sus dolores crónicos, en sus miembros inútiles, en sus extremidades laceradas. Pero lamentablemente la presión de ustedes va directamente a todos estos inocentes, a las familias que no pueden decidir, a las víctimas que no pueden mejorarles las condiciones, a la vida de miles, por ¿cuántos médicos? ¿es acaso que el "interés" de un gremio de cientos antecede las "necesidades" de miles?

La lucha puede ser por el bienestar de los pacientes, como han declarado, pero no se puede curar una enfermedad matando al enfermo.

Una nación admite muerte solo en estado de Guerra, y ustedes están sacrificando el derecho de miles de asegurados, esperemos que no hayan bajas entre ellos, por decisión propia, por una visión parcializada de sus perspectivas, porque se arrojan la razón absoluta, la posibilidad de decidir en nombre de todos los pacientes. Ustedes se arrojan derechos para los que no han sido investidos.

La ética está por encima de los intereses particulares o gremiales, porque refiere a los intereses universales. Y están faltando a ella.

Los sindicatos suecos han dicho: "la huelga es una pistola que se empuña de vez en cuando con fines de intimidación económica, pero renunciando casi siempre a apretar el gatillo"

Es por esta amenaza a mano armada que las naciones y los gobiernos han protegido a las víctimas sociales del ejercicio de la huelga en sectores vulnerables, y por eso es que la salud no las admite.

Si quieren presionar el gatillo de su arma, deben acatar el estado de derecho, el estado que les ha dado los salarios más elevados de toda Costa Rica, el estado que los ha hecho una estirpe y la élite de los asalariados, la élite de los profesionales. Que ciertamente los ha llevado a horarios abusivos y jornadas de crimen, pero cuando su dedo índice señala a la C.C.S.S., los otros cuatro los señalan a ustedes como corresponsables de esta situación.

Responsables por favorecer el ejercicio médico privado en horas laborales, responsables por atender consultas en sus consultorios independientes y remitir los tratamientos pagados por la Caja, mientras las colas infinitas no son atendidas a tiempo en sus jornadas laborales, responsables por procurarse guardias por encima de las jornadas ordinarias, responsables por no solo no negarse a trabajar más allá de las horas de ley, si no que buscan dilatarlas para ganar más dinero, responsables porque la principal razón de su ser profesional es el lucro y no la humanidad, responsables por atender a los pacientes sin adentrarse en los padecimientos, juzgando levemente la sintomatología en procura de salir pronto de cada "cliente", sin el compromiso de buscarles la salud.

El verdadero problema, médicos de la C.C.S.S., es que ustedes están en una zona de confort, y la amenaza de la crisis, les arriesga su placentero lugar. Por eso se levantan, por miedo a perder los mimos de élite y estirpe, que el pueblo les ha otorgado complaciente y agradecidamente durante lustros.

Porque todos tenemos el derecho a lucrar, pero no por encima de la ética.

Comprendemos las exigencias de las mejoras de condiciones sanitarias, y jornadas laborales, pero la C.C.S.S. se encuentra en estado de crisis y "raspando la olla". Es mentalmente insano y una falta de sentido común, que cuando menos hay es cuando más pido.

Ese es un sentimiento infantil e inmaduro, como cuando el niño malcriado le pide gustos a la madre soltera y trabajadora, solo porque tiene un capricho.

Y no pueden esperar que la sociedad civil se les una, porque no puedes pedirle a una víctima de violación que sea fiel a su agresor. Es totalmente ridículo.

Opinión por:
Mag. Minor Jiménez
Comunicador
U.C.R.